¿Desea vivir más tiempo?

Aquí mostraremos cómo nos lo explica el Doctor Roy J. Shepard, experto en el ejercicio y envejecimiento de la Universidad de Toronto: “Usted tendría que viajar mucho hasta encontrar algo que equivalga al ejercicio como fuente de la juventud. Y no se necesita correr un maratón para cosechar los beneficios. Un poco más que el caminar rápido por 30 minutos a la vez, por tres o cuatro veces a la semana, puede proveer diez años de rejuvenecimiento”.

Una de las primeras investigaciones sobre la relación entre ejercicio y envejecimiento, fue hecha por el Doctor Herbert De Vries. En uno de sus estudios, más de 200 hombres y mujeres en una comunidad de retiro de California, de edades entre 56 y 87, participaron en un programa de aptitud física que incluía: caminata, una rutina de caminar y trotar, calistenia y estiramiento. Después de tan solo seis semanas, se redujo la presión arterial, se redujo la grasa corporal, incrementó el transporte máximo de oxígeno, y disminuyeron las señales neuromusculares de la tensión nerviosa. Analizando los resultados, De Vries concluyó: “Hombres y mujeres entre 60 y 70 años, mejoraron su estado físico y se volvieron energéticos como aquellos que eran 20 o 30 años más jóvenes”. Y él añadió: “Los que mejoraron más, fueron los que antes habían estado menos activos y con peor estado físico”.

En el próximo artículo, daremos más información sobre cómo usar el ejercicio para ayudar a extender los años de vida.

A continuación, mencionaremos un breve resumen de algunas de las cosas que el ejercicio regular puede empezar a hacer por usted ahora:

  1. El ejercicio mejorará su tono muscular y sus vasos sanguíneos, cambiándolos de tejido débil y flácido a tejido fuerte y firme, reduciendo a menudo la presión arterial en el proceso.
  2. Aumentará la eficiencia de su corazón de varias maneras. Gradualmente se hará más fuerte y bombeará más sangre con cada latido, reduciendo así el número de latidos necesarios para suministrarle a su cuerpo con la sangre que da vida.
  3. Mejorará su digestión al acelerar la circulación, ayudando a regresar al corazón la sangre desde los órganos digestivos, y normalizando de esa manera la acción de sus intestinos.
  4. Aumentará la eficiencia de sus pulmones, condicionándolos para procesar más aire con menor esfuerzo.
  5. Aumentará su máximo consumo de oxígeno al incrementar la cantidad disponible y la eficiencia de la transferencia a las células del cuerpo.
  6. Mejorará la condición general de su cuerpo entero, especialmente sus partes más vitales: los pulmones, el corazón, los vasos sanguíneos y el sistema endócrino. Esto impartirá protección adicional contra la enfermedad.
  7. Puede cambiar toda su perspectiva de la vida, permitiéndole relajarse, trabajar con más eficiencia y manejar mejor el estrés. Cuando no se sobrepasa, el ejercicio imparte una calidad alegre a la mente.
  8. Mejorará su calidad del sueño por la noche y su acción mental durante el día. El ejercicio fortalece la voluntad. Tendrá capacidad para realizar más cantidad de trabajo con menos fatiga.
  9. Reducirá la velocidad del proceso de envejecimiento al reducir la natural deteriorización física que la senectud usualmente trae. Le dará un nuevo gusto por la vida en un tiempo cuando más lo necesite. Y existe evidencia de que puede reducir la probabilidad del cáncer.

 

Ahora veamos con más detalle algunos de estos factores:

El ejercicio, hecho consistentemente con moderación apropiada al avanzar los años, puede ayudar a prevenir los ataques cardíacos al igual que muchas otras enfermedades. Los vasos sanguíneos están cuidadosamente alineados con suaves fibras musculares, y si estos músculos especiales no reciben ejercicio adecuado, gradualmente se atrofian. La única manera de ejercitar un vaso sanguíneo es poniéndole una demanda al torrente sanguíneo para proveer más oxígeno. Cuando uno hace ejercicio, los tejidos musculares usan el oxígeno más rápidamente. El corazón tiene que latir más rápido para bombear un nuevo suministro de sangre que carga oxígeno para satisfacer esta demanda. A medida que el corazón aumenta su acción de bombeo, empuja más sangre a través del sistema. Los vasos sanguíneos se expanden y contraen para poder responder a esta demanda. Y esto es lo que los ejercita. Sin este ejercicio, se tornan flácidos y empiezan a degenerarse.

Además del beneficio fisiológico que el ejercicio tiene sobre el corazón, las arterias y las venas, también mejora el tono muscular, lo cual será de gran utilidad en situaciones de emergencia. Luego se mejora la digestión que toma lugar. ¿Y alguna vez ha tenido que lidiar con la tensión nerviosa? Una de las mejores maneras de contrarrestar la tensión, es la fatiga física del ejercicio saludable. Y ese beneficio no podrá enfatizarse de más.

Los músculos involuntarios del cuerpo, por ejemplo los que se encuentran en el estómago y el canal intestinal, son fortalecidos mediante el ejercicio de sus fibras al igual que lo son los músculos voluntarios o externos. Al mismo tiempo, las estructuras musculares del cuerpo, como las del corazón y del útero, son mejoradas.

La menstruación difícil y dolorosa es a menudo aliviada mediante un programa general de ejercicio físico y una dieta cuidadosa compuesta de alimentos naturales.

El ejercicio físico ayuda a los niños a crecer. El desarrollo apropiado de sus huesos, músculos y otros órganos del cuerpo está relacionado con la actividad física. Por alguna extraña razón, los niños parecen sentir su necesidad de ejercicio físico más de lo que sienten sus mayores.

El sistema nervioso es mejorado funcionalmente mediante movimientos corporales de cualquier clase.

El ejercicio provee un poderoso aumento de oxígeno al cuerpo. Normalmente, una persona inhala aproximadamente 500 pulgadas cúbicas de aire cada minuto. Al caminar a una velocidad de cuatro millas (6.4 km) por hora, se inhalan 2,500 pulgadas cúbicas por minuto, o cinco veces más que lo absorbido cuando uno está sentado.

Los médicos ahora están prescribiendo el ejercicio como parte del programa de recuperación, para acelerar la restauración de los pacientes de cirugía y maternidad; previniendo la flebitis, los coágulos, las embolias, los cálculos renales y la pérdida de calcio de los huesos de los pacientes que están en cama. Lo requieren para la restauración de la salud mental y física en ancianos inválidos. Se prescribe para rehabilitar a los que han contraído la poliomielitis, ataques cardíacos, artritis, lesiones por accidentes y otras enfermedades de orden neurológico y ortopédico.

Los investigadores han aprendido que el ejercicio regular tiende a reducir levemente la presión arterial, aumentar el bombeo eficiente del corazón y mejorar la utilización del oxígeno por todos los tejidos del cuerpo.

El doctor Richard W. Eckstein de la universidad de Western Reserve, condujo una significante serie de pruebas. Las arterias coronarias de varios perros fueron quirúrgicamente estrechadas para simular la arteriosclerosis de la arteria coronaria. La mitad de los perros fueron entonces puestos a hacer ejercicio, y la otra mitad no. De cinco a ocho semanas después, el grupo que hizo ejercicio mostró claramente mejoría en la «circulación colateral.» Lo que había sucedido fue que hubo un aumento en los pequeños vasos sanguíneos para sobrepasar a la arteria estrechada. Muchos especialistas del corazón creen que el ejercicio regular y moderado hará lo mismo por mucha gente con enfermedad de las arterias coronarias.

La falta de actividad física conlleva a una coagulación anormal y acelerada en las arterias coronarias, cerebrales y otras, igual que en las venas. En vista de esto, ahora se siente que la actividad regular y consistente a través de todo el año, pudiera ser importante en prevenir o reducir las embolias y los ataques cardíacos. Pero se piensa que la actividad intensa en intervalos, en una vida sedentaria, no logrará este objetivo. Tal ejercicio físico pudiera inclusive ser perjudicial al pasar un periodo de tiempo. Sí, el ejercicio se necesita en cada etapa de la vida, pero en años posteriores debemos obtenerlo de una manera más cuidadosa.

Otros estudios han mostrado que el ejercicio moderado o vigoroso puede reducir los niveles del colesterol sanguíneo. Y este es un factor importante, pues en pacientes arterioescleróticos, tal nivel está más alto de lo que debiera estar.

Un estudio comparativo fue hecho con hombres de mayor edad, quienes durante la universidad habían sido atletas físicos. En su mayoría, ellos murieron de enfermedades cardíacas tan rápido como el resto de nosotros. Esto se debió al hecho de que después de terminar la universidad, no continuaron ejercitándose vigorosamente. En otro estudio investigativo, conducido por los doctores Paul White y William Pomeroy, se analizaron los hábitos posteriores de vida de 355 hombres que habían sido jugadores de fútbol americano de la Universidad de Harvard entre el año 1901 y 1930. El programa posterior de ejercicio, o la falta del mismo, fue comparado con su salud, longevidad y muerte. En todos los ámbitos, los hombres que llevaron vidas sedentarias no vivieron mucho tiempo.

El doctor J. N. Morris, del Consejo británico de investigación, encontró que los que manejan autobuses en Londres estuvieron más propensos a morir de trombosis coronaria que sus colegas guías, que caminaban recogiendo los boletos de viaje de los pasajeros. El también descubrió que las secretarias del gobierno padecían con mayor frecuencia infartos fatales de las arteriales coronarias, que los trabajadores del correo del gobierno que se encontraban en la calle entregando la correspondencia.

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Fuente: The Natural Remedies Encyclopedia.
Traducción: Mayumi Acuna.